Este viaje por america latina es una historia que cambió nuestras vidas, y en esta página te contamos cómo empezó todo.
Un 9 de diciembre, mirando el horizonte desde la playa del Río de la Plata en Punta Indio, descubrimos algo simple y mágico:
allí donde termina el río, comenzaba Uruguay.
En ese mismo instante nació un sueño: el deseo profundo de cruzar la orilla y ver qué nos esperaba del otro lado.
Poco a poco, guiados por la ilusión, comenzamos el viaje que cambiaría todo.
Nos encontramos cuando el cansancio del alma pesaba más que el equipaje.
Somos Özcan y Beni.
Özcan es un hombre tranquilo, inteligente y protector; tiene 52 años, es abogado, ciudadano turco y su estado civil es “feliz”.
Beni es paraguaya; una mujer de risa fácil, espíritu libre y capaz de encontrar belleza incluso en los días más grises.
Tiene 44 años, es diseñadora y también tiene un estado civil “feliz”.
Momentos de nuestro viaje por América Latina
Pequeños fragmentos de nuestro recorrido por Argentina, Perú y Bolivia.
Las huellas que dejó en nosotros este viaje por america latina
Ambos venimos de vidas vividas para los demás;
hasta que el destino, con su delicada precisión invisible, decidió cruzar nuestros caminos.
Desde entonces, todo cambió de significado:
cuando él necesita luz, ella enciende una risa;
cuando ella busca calma, él trae abrigo.
A lo largo del tiempo fuimos entendiendo que este viaje por america latina no solo nos llevó por nuevos caminos, sino que también transformó nuestra manera de ver la vida.
Puedes leer los detalles de nuestro viaje por América Latina en la sección Página Principal.
Así, sin darnos cuenta, completamos juntos aquello que la vida había dejado incompleto.
Decidimos dejar atrás las certezas y emprender el camino:
un viaje por América Latina sobre ruedas, con la libertad como brújula y la sinceridad como guía.
En cada frontera dejamos un pedazo de miedo;
y en cada amanecer descubrimos que la felicidad no se encuentra, se construye, mirando juntos hacia la misma dirección.
El camino nos unió; nos hizo fuertes y cómplices.
Aprendimos que la esencia de estar juntos no es poseer, sino acompañar.
Y que la ternura también es una forma de valentía.
Así seguimos latiendo al mismo compás, entre risas y silencios,
entre horizontes que aún nos esperan;
porque el destino no se busca, se encuentra y se reconoce.
En este camino aprendimos que la paciencia, la adaptación y el crecimiento compartido son la base de todo. Este viaje por america latina nos regaló nuevas miradas, nuevas esperanzas y la posibilidad de empezar de nuevo en cada horizonte.
Para más información general sobre América Latina, puedes visitar la página en español de Wikipedia: América Latina.